John (Jon) Riley y el Batallón de San Patricio
Natural de Irlanda, emigra a Estados Unidos (como muchos de sus compatriotas), donde alcanza el grado de teniente del Ejército de los Estados Unidos. Estando al mando de la compañía K del Quinto Regimiento de Infantería de Estados Unidos,
deserta (probablemente por la actitud de los mandos y su política
respecto de los católicos) antes de la declaración formal de Guerra Mexico - Estados Unidos (esto le salvará de la ejecución por la corte marcial de Ciudad de México en 1847) y se integra en las Fuerzas armadas de México.
Riley y Patrick Dalton formaron el Batallón de San Patricio, estando Riley al mando. Llegaron a formarlo varios cientos de soldados, principalmente emigrantes de Irlanda. Lucharon en la Batalla de Monterrey, la Batalla de la Angostura, la Batalla de Cerro Gordo y los sobrevivientes fueron capturados al concluir la Batalla de Churubusco, a las afueras de Ciudad de México. El consejo de guerra le condena a trabajos forzados y ser marcado con la "D" de desertor.
Llega a Texas muy posiblemente cuando esta aún era mexicana. Dentro de la armada tejana, constituida posteriormente a la separación de Texas, de México, ocupa el grado de teniente que desempeña hasta que el nuevo estado es anexado a los Estados Unidos,
que prepara una guerra contra México mientras reprime y esclaviza a los
mexicanos que han quedado del lado tejano que en ese momento ya era
estadounidense. Testigo de la injusticia cometida, se rebela desertando
cuando se le ordena tomar parte en las acciones contra los mexicanos y
recibe órdenes de encuadrarse dentro de la armada que se preparaba para
la invasión. En 1845, Riley y un pequeño grupo de irlandeses,
campesinos católicos en su mayoría, se dirigen al lado mexicano donde
se enlistan en el ejército de ese país. Sería en la batalla de Matamoros, declarada la guerra, en donde se une el grueso de los hombres, con John Patrick Dalton a la cabeza, que integraron el famoso Batallón de San Patricio,
que no solo eran irlandeses sino también alemanes y de otras
nacionalidades que profesaban la religión católica, pero que detestaban
la ignominiosa disciplina del ejército, particularmente humillante para
los propios irlandeses. Encuadrados como batallón de artillería, Riley y
sus hombres lucharon como héroes valerosos, en las batallas de Monterrey (21 a 23 de septiembre de 1846), La Angostura (22 y 23 de febrero de 1847), Cerro Gordo (18 de abril de 1847) y particularmente la de Churubusco en donde combatieron con valor extraordinario el día 20 de agosto de 1847,
cargando cañones y mosquetes hasta con piedras debido a que se había
terminado el parque de las fuerzas mexicanas. Patrick Dalton, segundo en
el mando del glorioso batallón, derribó por tres veces consecutivas la
bandera de tregua, continuando la lucha en cada ocasión. John Riley y
todos los que quedaban del Batallón de San Patricio fueron apresados por
las fuerzas invasoras comandadas por Winfield Scott
y sometidos a juicio. Condenados bajo la acusación de deserción en
tiempo de guerra, la mayoría de los más de sesenta sobrevivientes fueron
condenados a la muerte en la horca, Dalton entre ellos. John Riley y
unos pocos fueron indultados en consideración a que se habían pasado a
los mexicanos antes de la declaración de guerra, aunque se cree que mas
bien lo dejaron vivo para que sufriera en vida su humillación y la
muerte de sus paisanos. Sin embargo todos, sin excepción, incluso los
condenados a muerte, sufrieron la pena de 50 azotes con látigos de siete
puntas y la marca a fuego con la "D" de desertor. A Riley le fueron
dados casi cien azotes y se le marcó dos veces con la letra de infamia,
fingiendo supuestos errores en la cuenta de azotes y en la forma de
marcarlo a fuego, se le marcó en la nalga y bajo su ojo derechos. Las
ejecuciones se sucedieron en tres episodios,frente a la población
mexicana, que fue testigo de la infamia cometida contra aquellos
prisioneros inermes a los que se obligaba a cavar su propia tumba antes
de ejecutarlos. Los últimos ahorcamientos se sucedieron al final de la batalla de Chapultepec, el día 13 de septiembre de 1847,
habiéndose mantenido a los prisioneros parados sobre carretas, con la
soga al cuello, y amarradas sus manos a la espalda, durante casi diez
horas,en espera de la muerte. Incluso Francis O´Connor, un soldado
irlandés quien convalecía de la amputación de ambas piernas fue llevado a
rastras hasta el patíbulo a última hora. Al serles leída la sentencia
que advertía que serían ahorcados cuando el pabellón yanqui sustituyera
al mexicano en el Colegio Militar de Chapultepec, convertido en
fortaleza, Dalton contestó retador: ¡Entonces moriremos de viejos! -John
Riley fue llevado en el último instante para que presenciara el fin de
su batallón. Fue entonces cuando sucedió algo extraordinario. Con
dificultad, Riley se irguió y dio la orden de fuego que todos los
sentenciados contestaron con vítores a Irlanda, México y la libertad.
Así fue exterminado el glorioso Batallón de Artillería de San Patricio, a
cuyos hombres, los mexicanos con gran respeto y admiración llamaban
"los colorados", y los que recibieron del gobierno de México, por su
destacadísima actuación en La Angostura en donde diezmaron a un batallón
yanqui y le capturaron sus cañones la "Cruz de La Angostura".
John Riley, después de cumplir por casi un año la pena de trabajos
forzados hasta el final de la ocupación estadounidense, desapareció casi
sin dejar huella.1
Tras de una pertinaz búsqueda, el escritor e historiador Robert Ryal
Miller, autor de "Shamrock and Sword", encontró el acta de defunción de
un hombre de nombre Juan Reley, en la parroquia del puerto de Veracruz